Fascinados por el impresionante paisaje, quisimos esta casa como refugio para nuestras vacaciones de verano. Completamente renovada hace unos años, cuenta nuestra relación con Cerdeña.

Lo más destacado es la gran barbacoa de piedra sarda desde donde se puede admirar el Golfo de Villasimius, cocinando y degustando Cannonau.

Subiendo las escaleras se llega al solárium con sombrilla, donde podrá disfrutar de aperitivos a la luz de las velas.

Los interiores dan la bienvenida con el contraste entre muebles minimalistas y piezas de artesanía sarda.

Dos dormitorios, dos baños, cocina interior y exterior y el amplio salón puedes hospedar hasta 4 personas.